Tragos rápidos parados en la recepción, cuando sobre la espuma te siento llegar. Yo echando raíces, emborrachando mi soledad en otra noche horrible, rodeado por almas invencibles, para descubrir que realidad es solo un lugar sin tiempo que perder. Con dos motivos más que ayer, donde todo lo que ves fue antes el sueño de alguno que estuvo igual. Y ahora, en verdad, tengo miedo a vivir aquello que escribí cuando bebía deprisa.